jueves, 3 de mayo de 2007

LA VIDA NO ES UN ASCO

Estefanía García


No estoy de acuerdo con el mundo. La vida, al contrario de lo que muchos suicidas creen, no es un asco. Supongo, creo y me gusta afirmar que debemos de estar muy agradecidos a nuestros padres por haber sido cochinos y habernos engendrado, ya que gracias a ellos, ahora podemos ver qué somos; podemos ver que tenemos mucho en nuestras manos, y como en cada paso que damos abrimos poco a poco la palma y dejamos escapar todo, sin ni siquiera darnos cuenta.

Es muy fácil quejarse de, no sé…los políticos por ejemplo; de cómo están manejando tu ciudad, tu país, y sin embargo no haces nada. Vas a cuatro manifestaciones, decides no votar, pero ya esta. No haces nada más, tampoco queda mucho por hacer, quizás escribir un blog que nadie leerá, desahogándote, y diciendo lo mal que va todo. La opción de no votar es la que más curiosa y graciosa a su vez me parece. Cuando alguien dice: “yo paso de votar, porque total, luego hacen lo que quieren”. La gente ni se plantea la cantidad de personas que somos en el mundo, y que sólo hay un Presidente de Gobierno, y que es totalmente imposible que haga justo lo que nosotros queremos: que pongan un autobús justo en la puerta de tu casa, que sea tu jardín el que arreglen, dejando el mío hecho un desastre… ¿Tan difícil es ceder? ¿Tener paciencia? Muchas veces lo hacen mal, todos somos humanos y nos equivocamos, y si encima tenemos a una oposición cojonera, que en vez de intentar ayudarnos, de lo único que se preocupa es de ganar votos, pues apaga y vamonos.

También nos podemos quejar de lo destruida que está la atmósfera. Lo mismo, podemos ir a un par de manifestaciones, esta vez podemos ponernos chapitas con algún eslogan que te haga reflexionar, y cuando todo eso acaba, coges y te vas a tu casa montado en tu coche, fumándote un cigarro y con la música a toda leche. Sí, yo también creo que es la mejor forma de ayudar al mundo.

Otra excusa para el suicidio, y sin duda, la más recurrente es “el amor”. Este tema me encanta. Nos apasiona fingir sufrimiento, envidiar la alegría de los demás, tenemos una necesidad básica de sentirnos amados; de amar. La gente que dice: “yo estoy bien solo”, miente. No tardará mucho en salir un sábado y liarse con alguien ¿no estabas bien? Nunca queremos estar solos, nos aterra ¿por qué? No lo sé, quizás alguien tenga respuesta, pero yo solo sé, que la soledad, no es más que un hueco en la vida de las personas, para poder pensar. No es algo bueno ni malo, simplemente es algo que se da, y que hay que saber aprovecharlo.

Ahí tenemos unos cuantos ejemplos de cosas de las que podemos lamentarnos, pero al fin y al cabo, son cosas con las que vivimos día a día, que nos hacen especiales, que nos hacen preocuparnos, que nos hacen ser nosotros. ¿Alguien se plantea que todo eso puede cambiar? Yo creo que no, y es una lástima. Se dice que la vida es corta, pero somos nosotros quien la acortamos antes de que llegue su fin, y eso sí que ha de cambiar. Eso sí lo debemos cambiar.

1 comentario:

Anónimo dijo...

tienes toda la razon del mundo.¿sabes ?pero veras,es mas facil quejarse de todo que intentar hacer algo.porque sabes .somos muy comodos (hablo en plural ) para intentar cambiar las cosas.que lo hagan los demas.? yo no puedo cambiar el mundo,que lo hagan otros.y como todos pensamos lo mismo pues....todo sigue y seguira igual....a peor.